¿Y por qué no?

Verba volant, scripta manent.

sábado, 25 de octubre de 2014

Puertas y ventanas abiertas.

Hoy vengo a decir adiós. Hoy por fin después de casi un año llena de fantasmas he decidido abrir puertas y ventanas y dejarlos irse; dejarlos libres como quiero ser yo.
Luchar por seguir adelante es lo que pensaba que llevaba haciendo, pero en realidad no era así porque para caminar hacia adelante tienes que quererlo y no sirve de nada intentar hacer algo que no quieres. Y hoy he decidido que quiero vivir libre de fantasmas o lo que sea, quiero ser feliz, quiero ser yo pero para todo eso lo primero que tengo que hacer es quereme y encontrar la felicidad en mi misma y luego ya me ocupare de los demás. Parece fácil pero no lo es, es difícil intentar encontrarse a sí mismo cuándo has creado ya tantas personalidades.
Sé que es fácil decir que hay que seguir hacia delante, olvidarse de todo, pero lo que no es fácil es decidir hacerlo y lo más complicado es saber como hacerlo. Porque todos te dicen: "Venga, hazlo", pero nadie te explica cómo seguir, ni cómo ser feliz contigo misma.
Y también se que habrá miles de problemas más importantes en el mundo, en la vida diaria de los de mi alrededor pero creedme cuándo os digo que es imposible estar ahí para alguien cuándo ni tu misma estás para ti.
A pesar de haber convivido con estos fantasmas durante tanto tiempo he de decir que me han ayudado a querer seguir adelante y a no seguir mirando hacia atrás. Gracias queridos fantasmas por haber estado ahí incordiándome y enseñándome que la vida esta llena de fantasmas con los que hay que combatir.
Ojalá los logre combatir yo y cualquier persona con sus propios fantasmas en su vida.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Lucha o rindete, pero haz algo.

Te despiertas, abres los ojos y no eres capaz de recordar lo que has visto ni cómo estabas colocada en el momento en el que abriste los ojos. Ojalá pudiera ser tan fácil en la vida cerrar los ojos y volver a abrirlos y por un momento olvidarse de algo, de ese algo que nos atormenta y no nos deja seguir ahí.
Pero el problema no es luchar contra él y derribarlo el problema muchas veces es saber qué es ese algo que está ahí, que lo notamos y no sabemos por qué está ni en qué momento surgió simplemente está y hace que nos den ganad de llorar. Llorar fe rabia o mismo impotencia por no saber a que enfrentarse, por no saber que camino tomar para que nos lleve a enfrentarnos cara a cara con el problema, o quizás si que lo sepamos y queramos quedarnos con el que será sin hacer nada.
Hay esas dos clases de personas las que quieren luchar y las que creen que viven mejor en la ignorancia. Yo pensaba que viviendo en la ignorancia e ignorando los problemas iba a estar mejor pero no, nadie va a librar tus batallas por ti. Así que levaántate y lucha. Y por supuesto, sea cual sea el resultado jamás te rindas de nuevo.

viernes, 15 de agosto de 2014

Bendita negatividad.

Hoy he decidido hablar acerca de mi filosofía, algunos dicen que es de cobardes pero yo no lo veo así.
Pues bien, mi filosofía consiste en la negatividad, estar sumida en un estado negativo y estable nunca demasiado negativo. Estando así cuándo algo realmente bueno esté pasando puedes empezar a salir de ese estado de negatividad porque si acaba pasando algo malo no vas a poder estar peor porque estabas pensando que eso iba a salir mal. Sin embargo si pensabas que iba a salir bien, pum, te caes y te duele y de la otra manera ya estabas en el suelo.
Esto se puede aplicar a cuándo te prometen algo y te ilusionas que también si luego no pasa te caerás de morros pero si no te ilusionas y dejas que pase aún lo disfrutaras el doble.

viernes, 25 de julio de 2014

Etapas, momentos...

Hay días que cuestan más que otros, desde que te levantas notas cómo todo cuesta más, cómo que es más difícil seguir adelante y llega la noche y te acuestas con las misma sensación de qué no va a dar acabado el día.

Pero lo peor no es ese día en concreto, lo peor es cuándo se acumulan los días y día tras día la cuesta aumenta y es muchísimo más difícil llegar arriba. Miras hacia atrás y parece que no avanzaste nada y miras lo que te queda por subir y lo ves imposible. Y te paras y te preguntas ¿qué hago ahora, sigo o me rindo? Pero te paras a pensar y no eres capaz de tomar una decisión que te acabe de convencer y buscas una mano que te ayude a mantenerte de pie, ni para subir ni para bajar sólo para mantenerte de pie. Pero no aparece, nunca aparece nadie dispuesto a darte una mano a ayudarte a seguir ahí, firme. O quizás si, pero estás tan perdido y asustado que no lo ves y lo único que haces es llorar, volver a llorar y seguir llorando hasta que algún día no puedas más y acabes decidiendo si subir o bajar.

miércoles, 2 de julio de 2014

La mejor parte de mi.

Él sabía que pronto llegaría ella, la persona que le iba a proporcionar a su vida la alegría y la felicidad que necesitaba.
Después de esperar un largo período de tiempo ella apareció en su vida, en el momento en que él la miró supo que la iba a querer como nadie la iba a querer nunca.
Desde aquel día pasaban el máximo tiempo que podían juntos, nadie entendía sus conversaciones, nadie era capaz de comprender esa relación especial que tenían y sobretodo nadie era capaz de entender cómo en tan poco tiempo él la podía querer tal y como la quería. Ella no entendía nada de la vida y él día tras día le explicaba algo nuevo y aprendían juntoa, ella aprendía a vivir y él a ser feliz. A él le encantaba llevarla de paseo y que todo el mundo viera lo bonita que era y qué todos tuvieran envidia de que ella fuera de él.

Los últimos días juntos fueron como todos los anteriores pues ninguno de los dos sabía que el destino separaría sus caminos para siempre. Ella como siempre lo estaba esperando para ir a ese banco del parque dónde aprendían el uno del otro; pero en lugar de aparecer él apareció la madre de ella llorando. Ella le preguntó:- Mamá, ¿dónde está el abuelo?.
La madre entre lágrimas le dijo:- Se tuvo que ir muy lejos pequeña,  pero jamás te dejará de querer por muy lejos que esté.

domingo, 29 de junio de 2014

Páginas con plomo.

Nos acostumbramos a ser felices y cuándo nos quitan esa felicidad nos hundimos y vivimos en un bucle constante pensando en todo lo que podríamos haber hecho para cambiar ese final.

Sabemos que tenemos que pasar página y seguir adelante pues la vida sigue y todo pasa por algo; sé que es más fácil decirlo que hacerlo pero no nos queda otro remedio que sentarnos en esa página si hace falta y aplastarla para poder pasar a la siguiente.

Pero hay algo que también pasa y es que un libro se puede releer siempre que se quiera y que una vez que pasa el tiempo al volver a leerlo es cómo si leyésemos algo nuevo.

sábado, 28 de junio de 2014

Microrelato

Su problema fue que él si no mezclaba el amor con la amistad no tiraba hacia adelante y ella no soportaba mezclar la amistad y el amor y tiró hacia atrás. Así que él cogió el camino de la izquierda y ella el de la derecha y cómo dos tontos olvidaron que el mundo es redondo y que la gente puede llegar a cambiar.
Se veían en cada cruce pero ambos seguían tomando el camino distinto al otro hasta que un día llegaron al final de los cruces en el camino y no les quedó más remedio que seguir andando juntos. 

viernes, 27 de junio de 2014

Microrelato

Se conocieron, se miraron y supieron que algún día el destino los juntaria porque se gustaban pero no era el momento.
Con el paso del tiempo encontraron ese momento para ser ellos. Se empezaron a querer en el primer segundo abrazo, con el primer beso todo empezó.
Pero al pasar los meses él comenzó a frenarse mientras ella iba a más velocidad, él se asustó, cogió las maletas y se fue.
Volvió al poco tiempo, de manera inestable, pero volvió y ella aceptó aún a riesgo de saber que nada lo retiene y qué en cualquier momento hará las maletas para no volver.

jueves, 26 de junio de 2014

El hueco.

La gente suele llamar tontos a aquellos que dicen que le duele algo que ya no tienen, porque se supone que lo que no tienes ya no te puede doler. Pero llega un momento en que esas personas que ante se reían ahora notan un hueco que no son capaces de remplazar ni de rellenar y que duele incluso más que algo roto o que una herida abierta.
Porque el hueco no es el que duele, duelen los recuerdos vacíos que ya no existen.
El karma nos enseña que lo que das, lo recibes; que la vida da muchas vueltas y que a cada uno le llega su karma cuándo y de la manera qué menos se lo espera.

lunes, 23 de junio de 2014

Microcuento

Todas las tardes en la biblioteca de miradas y risas, de cosquillas por debajo de la mesa, de pintadas en los apuntes, de dejar enfriar los cafés por las eternas conversaciones. Todas las noches le pedía que pusiera la misma canción, después le pedía que se acostara con él en la cama y la abrazaba hasta dormirse. Y todas las mañanas el mismo despertador, las mismas ganas de ir a clase y las ganas de dejarlo todo por unos buenos días entre las sábanas.
Y así un bucle finitos de días que como cualquier cuento acaba con un final feliz pero este es diferente ya que en lugar de vivir juntos tomaron caminos separados.

jueves, 24 de abril de 2014

Miradas que lo dicen todo.

Si hay algo que refleja nuestro interior son nuestros ojos, nuestras miradas. Nos guste o no, esto es así... es imposible fingir una mirada, fingir una sonrisa es muy fácil pero fingir con los ojos imposible.
¿Nunca os ha pasado eso de que os pregunten qué os pasa sólo con haberos mirado? Por mucho que se intente fingir nuestros ojos no mienten, puedes tener una sonrisa y estar llorando al mismo tiempo pero lo que se expresa en la mirada es cómo realmente nos sentimos.

Yo soy una de esas personas que antes de mostrar cómo realmente está prefiere fingir, fingir que todo está bien, que nada importa y que soy la persona más feliz de la tierra. Pero nadie se lo cree porque mis ojos me delatan ya que a la mínima empiezan a brillar y a salir de ellos lágrimas de desesperación por no aguantar más. Y hago eso, cómo mucha gente hace, porque no considero que mi vida sea tan importante como para andar llorando por las esquinas y andar preocupando a la gente con mis míseros problemas. La gente viene y te pregunta que qué te pasa, que si estás bien, que si necesitas algo... blablá, que sí que te podrán animar pero cansan las preguntas de siempre y en esos momentos de desesperación lo mejor que se puede hacer es sentarte con esa persona que te pregunta en silencio y abrazarla y ya, nada de preguntas estúpidas.

Lo curioso es que siempre que esperas que venga alguien a consolarte, sea una persona a la que le tengas aprecio pero no, esas personas son las primeras en fallarte y viene gente que ni creías que sabían de tu existencia. Pero mi pregunta es, ¿hasta qué punto una persona te conoce de verdad para saber cuándo estás mal sin mirarte? Porque es muy fácil ver a una persona que llora y a la que se le quiebra la voz al hablar y decir: oh, le pasa algo. Pero igual; bueno igual no, seguro, sólo con oírle la voz no se sabría que está mal, se pensaría que igual tiene mal la garganta o algo, pero dudo mucho (y está más que comprobado) que sin mirarte a los ojos sepa si de verdad te pasa algo o estás fingiendo.

El día que alguien sólo por la manera en la que saludes, en la que camines, mismamente, sepa si de verdad estás bien o estás fingiendo; ese día habrás encontrado a alguien que te conoce hasta tal punto de saber cómo estás basándose sólo en eso. Y ese día por muchos problemas que tengas sonríe y de verdad porque esas personas son difíciles, por no decir imposibles, de encontrar. Y ojalá algún día todos los seres humanos tengamos una persona así a nuestro lado, para que no haya preocupaciones, para que no nos sintamos solos e impotentes contra el mundo.

Es muy fácil tener amigos que están ahí cuándo te ven bien y contento, porque eso si que no se puede fingir cuándo lo estás se nota... pero, ¿cuántos de esos están ahí en las malas sin pedírselo tu?, ¿a cuántos les has dicho tus problemas y han estado ahí un día y los seis restantes de la semana te han dado la espalda? Esos son a los que les sonríes teniendo los ojos tristes y se fijan en tu sonrisa postiza. Y por desgracia gente así por el mundo hay a patadas y personas que de verdad se molestan en conocerte hay muy pocas. Te toparás en la vida con mil miradas, tristes, felices, preocupadas, curiosas pero hay una mirada que pocas veces verás la mirada de una persona a la que sólo le importe la felicidad ajena.

viernes, 18 de abril de 2014

Una de las fases de la vida

Pasas por muchas fases en la vida, tantas que ni uno mismo se da cuenta en qué momento está, ni cómo puede repercutir una acción a lo largo de toda su vida.

Una de esas fases es la de la resignación. La resignación de ver que algo te está pasando, algo que no quieres que sea así, porque no puedes soportar la idea de que eso pase. Entonces te resignas, lloras, sufres, miras hacia otro lado porque no quieres verlo y lo niegas, y lo vuelves a negar aún  cuándo te ponen las cartas sobre la mesa. Después de un tiempo, cada persona es un mundo y algunos les lleva más tiempo que a otros, lo ves y poco a poco comienzas a aceptar que algo pasa. Y ahí es cuándo te paras, o deberías pararte, y decir: " ¿Qué hago? Aunque no esté, o esté, en mi mano puedo tener la posibilidad de escoger dos caminos. El camino de la rendición o el de arriesgar todo, sea cual sea el resultado."
Lo debates, le das mil vueltas, te desquicias, desquicias al resto del mundo y decides, tú solo acabas decidiendo el camino que tomas.

Después de escoger el camino viene el resultado, el resultado de haberlo intentado y conseguirlo o haber fallado; el resultado de la rendición es el mismo que antes pues no has hecho nada para cambiarlo. Sea cual sea ese resultado aunque tu mismo te pegues contra una pared, ahí será cuándo tu veas el problema porque antes por mucho que lo intentes si no lo quieres ver por ti mismo no serás capaz de verlo y hacerle frente como ya has hecho al escoger el camino.


No te rindas, nunca sabes qué te espera al final del camino, aunque haya muchos baches en él.